a sangre brotaba a borbotones de la herida, su compañero trataba de frenar la hemorragia con su pañuelo. Sentía que se le iba, que la muerte tocaba a la puerta y que aquel muchacho que conocía desde la infancia le abandonaría para siempre. Jamás pensó que acabaría de aquella manera.
Aquella noche, de vuelta a casa cuando caminaba en la oscuridad, le abordo alguien por detrás, le cogió por la espalda y con la rodilla, le dobló hacía si, cuando cayó al suelo, lo soltó. El asaltante no paraba de reír al ver a Dave en el suelo. Era su amigó Mike quien lo había derribado.
Se saludaron, a base de tortazos y empujones, como si de dos contrincantes se tratara. Cuando ya estaban cansados de golpearse, se sentaron en el suelo de la acera y se fumaron un pitillo.
Conocía a Mike desde que sus padres se divorciaron y acordaron entregarlo al cuidado de su abuela, para que ellos pudieran rehacer sus vidas. Continuar leyendo... Estudiaron juntos en el mismo Instituto, hasta que al término del mismo tomaron caminos diferentes; ninguno estudió carrera. Uno acabó de representante de productos químicos, el otro de cajero en un banco.
Caminaron juntos largo rato, hacía calor, decidieron quedarse en el parque y hacerse un porro de marihuana, igual que cuando estudiaban en el instituto y al acabar las clases quedaban en aquel parque para fumar con los colegas.
Sentados en el banco se preguntaron por amigos en común de los que no sabían nada. Hacía tiempo que terminaron el Bachiller, y habían perdido el contacto con la pandilla del parque. La crisis económica había minado la economía de Mike, ya que había sido víctima de la primera oleada de despidos. Perdió su empleo de representante después de cinco años de trabajo. Llevaba dos años en paro y el desempleo agotado.
Dave había tenido más suerte, su padre le había obligado a hacer un módulo de Administrativo y llevaba dos años trabajando de cajero en el Banco, tras aprobar unas pruebas de ingreso. Era feliz con su vida y la crisis no le había tocado aún.
Mike le comentó que por sus manos pasaría muchísimo dinero al cabo del día, él le contesto que igual que el frutero, con la fruta y el carpintero con la madera etc. que sí. ¿Has pensado alguna vez quedarte con un poco de dinero del que pasa por tus manos? Le comento Mike. Dave le dijo que no, que eso es imposible ya que existen los arqueos de caja y los cuadres de cuentas. La única manera de coger dinero del banco sin que hubiera un control, sería robándolo y ya sabemos el peligro que conlleva eso. Púes lo atracamos y listo, insinuó Mike medio en broma.
Entre risas decidieron despedirse y quedar otro día para tomar unas cañas.
Mike gritaba de dolor, mientras Dave le decía que aguatara, que la ambulancia estaba en camino y que pronto se recuperaría. Veía cómo se desangraba.
Aquel miércoles Mike estaba impaciente por volver a ver a Dave, había estado toda la mañana del martes vigilando el trasiego de gente que entraba y salía del banco, así como la hora de llegada del furgón con el dinero. Pasó la noche preparando el atraco al banco, repasando mentalmente cada uno de los movimientos que tenía que realizar. Este golpe no sería posible sin la colaboración de su amigo Dave. No sabía cómo reaccionaría éste al verle entrar pistola en mano y frente a él diciendo “alto, esto es un atraco”. Habían quedado a las 20:00 horas en el bar que hacía esquina en la calle 42.
Cuando se sentaron en el bar, a Dave empezó a dolerle la barriga y temblarles las piernas. Exclamaba ‘’estás loco, loco de remate, no puedes hacerme esto, perderé mi trabajo, y nos meterán en la cárcel, estás loco’’.
Tras tomar unas cañas, Mike le explico el plan. Cuando llegase el furgón y trajera el dinero, sólo tenía que dejar la caja abierta, no cerrarla, ya que así no tendría que esperar a la apertura retardada de la misma. Él se dirigiría a la caja después de que se marchara el furgón y sólo tendría que apuntarle con la pistola, entrar y sacar el dinero, después de amenazar al resto de los empleados y clientes. Mike no contaba con la presencia de Dylan Carter en el banco.
***
No lo había visto venir. En algún momento del atraco, una bala había impactado contra el pecho de Mike. Dave miró alrededor buscando el origen del disparo. Fue en ese momento cuando sintió la punta de una pistola en su nuca.
_ Levante las manos, está detenido.
***
Dylan Carter vio como la ambulancia se llevaba a Mike, quien se debatía entre la vida y la muerte. Dave había sido detenido. En ese momento lo estaban esposando mientras le leían sus derechos. Uno de sus compañeros del cuerpo de policía se giró hacia él, haciéndole un gesto de felicitación por haber actuado tan rápido aún estando fuera de servicio.
Dylan se puso sus gafas de sol y se dio la vuelta, rumbo a su casa donde le esperaban su mujer y su hija. ‘’Todos los delitos conducen a la cárcel’’, se dijo a sí mismo.